Primera Comunidad

SOR CARMEN ROIG ROIG

Superiora de la primera Comunidad

Nació en Valencia el 27 de febrero de 1906. Educada cristianamente por su familia, siente muy joven la llamada de Dios a entregarse por los demás ingresando en el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora donde profesa el año 1926 en Sarriá (Barcelona).

Es destinada a la Casa de Villaamil (Madrid), donde ejerce la enseñanza con las niñas y una entusiasta labor catequética. Durante los años de la República tiene que abandonar esta Casa, junto con el resto de la Comunidad, permaneciendo en un piso donde pone de manifiesto sus numerosas habilidades, entre ellas las de bordadora y modista cualificada.

En el año 1934 marcha a Sueca (Valencia), de Superiora. En 1936 es enviada a Italia y comienza luego un largo período de servicio en el que fue Consejera Inspectorial y Superiora de diversas Casas: San José del Valle (Cádiz), nuevamente Sueca (Valencia), de donde marcha en 1942 a la Casa de Arenales en Las Palmas de Gran Canaria.

En septiembre de 1948 marcha a Torremolinos (Málaga), para llevar a cabo una nueva fundación y, al retrasarse ésta, es solicitada expresamente por D. Santiago de Ascanio y Montemayor para que se haga cargo de la fundación de la Casa de Telde en Gran Canaria, ya que el recordado bienhechor conocía el espíritu emprendedor e infatigable de Sor Carmen y sus innegables dotes organizativas.

Se hace cargo de la primera Comunidad formada por cuatro esforzadas salesianas que llegan el 26 de noviembre de 1948 fundando la Obra de Don Bosco en la ciudad de Telde, venciendo dificultades superadas con la entrega de las religiosas y el tesón y la capacidad extraordinaria de esta Superiora. Fue fundamental para los comienzos del Colegio, que empezó a impartir sus clases el día 7 de enero de 1949, sus cualidades y conocimientos que fueron equiparados con los de un arquitecto.

Persona disciplinada, ordenadísima e intuitiva, descubría con la mirada las necesidades de los demás. Profesa un gran amor al Instituto al que pertenece y a las Superioras. Con su entusiasmo y don de gentes luchó cuanto pudo a favor de las niñas y niños del Colegio y del Oratorio Festivo que tanto bien realizó a la juventud de la ciudad.

Después de siete años de trabajo incansable, concluida la puesta en marcha del Colegio, el pórtico y la capilla, va destinada a Jerez de la Frontera (Cádiz), luego a Sevilla y más tarde a Santa Cruz de Tenerife donde enfermó siendo llevada a la casa “Madre Mazzarello” de Sevilla donde falleció el día 27 de febrero de 1999.

SOR CONCEPCIÓN SUÁREZ PÉREZ

Nació en Jerez de la Frontera (Cádiz), el 23 de marzo de 1896. Al poco de nacer murió su padre y muy pronto falleció su madre por lo que se hizo cargo de ella un tío sacerdote que cuidó de su formación.

Hizo su profesión religiosa como Hija de María Auxiliadora el 8 de diciembre de 1921, en Sarriá (Barcelona). Desarrolla una importante labor en la Casa de Écija (Sevilla), en Jerez de la Frontera y en Cádiz, donde fue Superiora de una Comunidad dedicada a tareas socio-pastorales y a la atención de los Salesianos de la zona que la querían muchísimo pues estableció relaciones de auténtica familia.

En este lugar, con motivo de la explosión de un polvorín ocurrida en 1947, se manifestó como ella era: una mujer fuerte y tierna a la vez, valerosa y maternal, atendiendo a todos y olvidándose de sí misma. Eminentemente industriosa hizo frente a la escasez con trabajo e ingenio logrando con cualquier cosa salir adelante y superar las dificultades. En noviembre de 1948 llega formando parte de la Primera Comunidad de la Casa de Telde con el cargo de vicaria.

Sor Concepción fue una gran mujer. Mujer de grandes contrastes, de personalidad acusada y enormemente sensible, disciplinada y de fino humor. Poseía una cultura amplia y buscaba la perfección en todo a través del esfuerzo. Preparaba las fiestas y acontecimientos importantes con gran solemnidad entusiasmando a todos.

Se ocupó de las clases del grado superior, música, mecanografía y taquigrafía. Dio un gran impulso al arte musical, siendo famosas sus clases de canto, solfeo y piano, corales, teatros, rondallas e interminables actividades que animaron la vida del Colegio y de la ciudad. Formadora y animadora de incontables asociaciones entre la que destaca la de las Antiguas Alumnas por las que se desvivió, muchas de las cuales deben su formación a la preocupación de esta Salesiana.

Fue siempre fiel a sus ideales y profundamente amante de la Virgen cuya devoción difundió. Nunca quiso marcharse de Telde, ciudad a la que amó y sirvió los treinta y tres últimos años de su vida. Falleció el 18 de diciembre de 1981 descansando sus restos en el cementerio de San Gregorio de esta ciudad.

Recogiendo el sentir ciudadano, y a propuesta de las Antiguas Alumnas, la Iltma. Corporación Municipal aprobó la nominación de una calle con el nombre de “Sor Concepción Suárez” en atención a su trabajo en beneficio de los hijos de la ciudad de Telde.

SOR SINESIA GONZÁLEZ ARTILES

Nació el 12 de diciembre de 1912 en la provincia de Santa Clara, en Cuba, a donde sus padres habían emigrado, ocupando el cuarto lugar entre cinco hermanos de los que dos son religiosas. Siendo pequeña murió su madre, regresando la familia a Gran Canaria. Creció en un ambiente cristiano y culto realizando sus estudios en el Colegio “San Antonio” y en la Escuela de Magisterio de Las Palmas de Gran Canaria.

Desde muy joven descubrió su vocación de educadora; su gran ilusión era la de educar niños. Frecuentaba el Colegio de los Salesianos de la capital grancanaria y allí conoce la vida de Don Bosco quedando prendada del gran educador y de su Obra.

Ingresa en el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora el año 1941 en el noviciado de Sarriá (Barcelona), haciendo su profesión religiosa en 1943 en San José del Valle (Cádiz). Como buena isleña s emocionaba al contemplar el mar que le traía los recuerdos de su familia y de su tierra.

Su primer destino fue la Casa de Castellar (Sevilla), en la que está cinco años. De allí es enviada a la fundación de la Casa de Telde donde estuvo veinticinco años ininterrumpidos realizando una gran tarea. De aquí marchó a las Casas de Valverde del Camino (Huelva), durante dos años y Árbol Bonito en Las Palmas de Gran Canaria en la que permaneció diecisiete años. Actualmente se encuentra en la Casa de Espiritualidad “El Pilar” de las Hijas de María Auxiliadora en Sanlúcar (Sevilla), donde lleva ocho años en plena actividad como ha sido su característica.

Sor Sinesia es la persona siempre disponible, fiel e imparcial, extraordinariamente humilde que quiere pasar desapercibida. Tesonera y trabajadora incansable, maestra de tantísimas Antiguas Alumnas, ejerció en la Casa de Telde su magnífico magisterio impartiendo en los comienzos los grados elemental y preparatorio, transmitiendo su extensa cultura y preparación para la vida con acertada pedagogía y natural gracejo.

Mujer habilidosa salía al paso de cualquier contingencia o desperfecto buscándole solución. Gran colaboradora del Oratorio Festivo y de la Catequesis en el Colegio y en los barrios de la ciudad, sobre todo en el barrio de pescadores de Melenara. Animaba y participaba en todo lo relacionado con deportes, marchas, campamentos… alentando a la participación, sintiendo la satisfacción de que el campo de baloncesto del Colegio de Telde fuera el primero de la Inspectoría.

Disfrutaba mucho con su oficio de sacristana manteniendo la Casa del Señor en permanente estado de pulcritud y acogida.

Recuerda aquellos primeros años como un tiempo de PAZ y de ALEGRÍA, en los que carecían de casi todo pero donde fueron felices.

Las Antiguas Alumnas recuerdan agradecidas los veinticinco años de Sor Sinesia en la Casa de Telde donde queda la memoria viva de su trabajo y sencillez.

SOR ALEJANDRA RUBIO BENITO

Nació el 21 de septiembre de 1918 en Madrid en el seno de una familia cristiana y numerosa con once hermanos, ocupando el séptimo lugar y de ellos, dos religiosas salesianas, una ya fallecida. Su padre murió y su madre la lleva a los cinco años, a las Hijas de María Auxiliadora de Villaamil en Madrid, donde ya estaba su hermana.

Fue preparada para la Primera Comunión por Sor Carmen Roig que era una de sus maestras y que sería después su primera Superiora en la Casa de Arenales en Las Palmas de Gran Canaria.

Descubre su vocación a través del ejemplo recibido de sacrificio, pobreza y entrega de las Salesianas. Hace su profesión religiosa en Sarriá (Barcelona), el año 1942 siendo destinada a Arenales en cuya Casa ejerce como profesora de labora, tallado y repujado y asimismo la asistencia de las internas en quienes derrama su ternura, igual que con todos, por lo que es llamada “la madrecita”.

A finales de 1948 llega a la nueva fundación en Telde en la isla de Gran Canaria, en la que permanece siete años y donde deja un recuerdo inolvidable, al cabo de los cuales continúa un exstenso peregrinaje de servicios donde van alternándose su exquisita labora de ecónoma y vicaria y los treinta años de entrega abnegada como Directora: Galaroza, Hornachos, Rota, Almería, Marbella, Sevilla – San Bernardo, Sevilla – Sanlúcar, Teologado de los Salesianos en Sanlúcar, Noviciado de las Hijas de María Auxiliadora en Sevilla, Almería y Marbella.

El paso de Sor Alejandra por la Casa de Telde marcó una huella imborrable. Su memoria, sus enseñanzas y el cúmulo de sus virtudes permanecen vivas en cuantos la conocieron. Persona encantadora y preparadísima, se ocupó de la enseñanza de las labores y todo lo relacionado con la costura, la Educación Física, los deportes, la formación moral, catequética y humana, el teatro, grupos folclóricos, el canto, los juegos…

Con la misma sencillez que transmitía sus enseñanzas regalaba su sonrisa. Mujer extraordinariamente cercana y bondadosa a quienes muchas personas deben la fidelidad a su vocación gracias a la ayuda recibida de ella, por su capacidad de escucha, su comprensión y su trato materno y delicado.

Gran defensora de las niñas y niños, simpática, jovial y llena de alegría que contagiaba, hacía de los recreos y del Oratorio una auténtica fiesta.

Sor Alejandra fue y es maestra de todas las artes, comenzando por la de vivir. Solícita y atenta siempre. Mujer y madre por encima de todo.

En la actualidad se encuentra en la Casa de Marbella en Málaga, donde continúa transmitiendo a todos el magisterio de su alegría y de su bondad.